Me siento con la suficiente fuerza como para volver acá. Mostrar mi rostro. Mostrar quién soy, qué hago y en qué creo. En esta Esquina sigue la fiesta y la buena vida, pero sobre todo se ha agudizado la resistencia. Podría decir que el proceso de des-aprendizaje y reaprendizaje no ha sido fácil pero la verdad es que sí lo ha sido, porque desmarcarse de la misoginia es sumamente sencillo cuando se tiene la claridad. La violencia de género y las violencias
del género no son problema de las mujeres ni de las disidencias sexo-género, y por lo tanto no somos nosotras ni nosotrxs quienes lo hemos de solucionar. La violencia de género es un problema social ante el cual cada persona tendría que cuestionarse qué está haciendo para erradicarla. Tomarme la foto es lo menos relevante de mi presente pero lo suficientemente simbólico como para compartir. Los frentes desde los cuales lucho son otros, quizá pequeños e intrascendentes pero son lo más honesto que tengo y que he hecho.
